El brigadier Gérard o Conan Doyle después de Sherlock Holmes

Cuando el escritor escocés Arthur Conan Doyle decidió “terminar” con Sherlock Holmes , se embarcó en la publicación de diferentes temáticas para hacer olvidar a su personaje más carismático, algunas de ellas no son tan recordadas al ser opacadas por el famoso detective. Sin embargo, es justo decir que se tratan de relatos de gran factura y es por ello que vengo a recomendarles al húsar francés creado por el autor: El brigadier Étienne (Esteban) Gérard.

brigadier gérard
Hazañas y aventuras del brigaider Gérard – Editorial Valdemar

Sus historias fueron publicadas por partes en la revista «Strand Magazine» desde diciembre de 1894 hasta Septiembre de 1903. Posteriormente, se publicaron dos libros que reunían todas estas aventuras: “Las hazañas del brigadier Gérard” y “Las aventuras de Gérard”

Él es un «Brigadier» del regimiento Húsares de Conflans, una suerte de héroe cómico aunque sin duda ganará las simpatías del lector.

Gérard nos cuenta, siempre en primera persona, sus hazañas con algo de petulancia aunque también con bastante humanismo. Se pinta como un valiente sin igual que ha recibido heridas de todo tipo de arma pero también confiesa sus temores o incluso sus yerros. Todos los relatos se inscriben en el marco de las guerras napoleónicas, muchos de los hechos históricos e incluso personajes son abordados aquí. Hay desde luego también bastantes aspectos de la vida militar, el ambiente está bien impregnado del miedo a la pérdida de honor, la búsqueda de aventuras, las traiciones, la indolencia a veces a la muerte de otras personas con tal de salvar el pellejo.

Soy uno de los últimos de aquellos hombres admirables que antes de dejar de ser muchachos fueron militares veteranos; de aquellos que aprendieron antes a hacer uso de la espada que de la navaja de afeitar, y que durante más de cien batallas no permitieron ni una sola vez que el enemigo viese el color de sus mochilas.»

Las historias son muy variadas, hay hazañas contra cosacos, contra jacobinos, contra reinos vasallos del Imperio, contra bandoleros españoles, es decir un gran resumen de aquella época.

El libro es episódico (cada capítulo es una historia diferente sin correlación específica) así que nos tomaremos la libertad de resumir una de sus tantas aventuras sin temor de arruinar la lectura del libro. Dicha aventura se titula “De cómo el Brigadier Gérard salvó el ejército”.

Durante la retirada del ejército francés de Portugal, luego de ver la imposibilidad de la victoria en pleno invierno, es encargado al mariscal Masséna la dirección de dicho proyecto. Pero durante la misma, muchos franceses fueron asesinados de la peor forma por las guerrillas portuguesas, de los cuales uno de sus más sanguinarios jefes era Manuelo “El sonrisas”. El mayor problema de la retirada era que un ejército de 14 mil hombres del general Clausel estaba aislado del grueso principal a muchos kilómetros y era necesario avisarles que todo el ejército debía retirarse y de esta manera reunirse. Masséna no contaba con enviar partidas para avisarles pues toda la región estaba controlada por las guerrillas y por tanto envió a dos oficiales (Cortex y Duplessis) para encender en la cima de una montaña una gran fogata, que era la señal convenida entre Masséna y Clausel para la retirada cuando aún estaban reunidos. Ninguno de los dos volvió.

Por eso, Gérard es enviado y empieza su camino con muchas precauciones, a pie para llamar lo menos posible la atención de los guerrilleros, en el camino encuentra al oficial Duplessis mortalmente herido quien le da el mejor consejo que puede: “Si te ves capturado sin remedio mejor date un tiro en la cabeza”. Sin embargo, eventualmente es capturado por “El sonrisas” quien al verlo cruelmente le dice que de todas maneras va a ser muerto ahí mismo, pero que necesita conocer la composición del ejército francés para poder comunicárselo a sus aliados ingleses. Entonces Gérard, conociendo que de poco sirven esos datos ya que el ejército está en retirada, promete solemnemente decirle la verdad a cambio de elegir la manera de morir. “El sonrisas” acepta y ¿nos podemos imaginar lo que Gérard pidió con tanta alegría? Por supuesto, pidió ser quemado vivo en la cima del monte.

Brigadier Gérard Masséna
Ilustración de William B. Wollen para «How the Brigadier Saved the Army» en The Strand Magazine

Al final, desde luego, Gérard logra salvarse de este gran peligro, el cómo, les invito a leerlo. En las páginas de estas dos novelas podrán comprobar, como él mismo dice, que:

Ésa es la suerte del soldado: hoy besos; mañana, golpes; vino de Tokay en un palacio; agua de charca en una cabaña; pieles y harapos; la bolsa llena de dinero y los bolsillos sin una moneda; siempre oscilando entre lo mejor y lo peor, con una sola cosa que nunca cambia: su gallardía y su honor.»

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